"La femineidad se construye en un mundo machista (1)donde ya diferenciamos al hombre (2) más individualista, de la mujer (3) por eso aparece en plural.
A partir de ahí, vamos leyendo la imagen hacia abajo: partiendo de la palabra HOMBRE cómo nos ven éstos: lo reducen a la estética, al sexo y a la carne... sí se termina por crear una estética atractiva o sensual, pero no sé si la verán como una persona que piensa, que trabaja, como a un ser humano completo, de igual a igual. Me pregunto ¿si no tuviera pechos, la considerarían igual?.
A partir de (3) LAS MUJERES que aparecen en plural, porque son más sociales, más integradas, más comunicativas (4) , da igual que sea joven o mayor, ella siempre está más al exterior, rodeada de gente, buscando comunicarse... si tuviera que situarla en algún sitio, en la calle (5)
Es observadora y creativa (6) pero es invitada (7), por eso resalto la O: en un mundo machista, no es invitadA, es invitadO; siempre está buscando su sitio, posicionarse, pensando dónde le toca estar.
(8) Lo que une a una y otra imagen de mujer es la idea de que tiene que sumergirse para encontrarse consigo misma, no acabar siendo lo que ellos quieren, sino lo que ella quiere. Puede preocuparse por la estética, por lo que ellos esperan, pero por mucho más... las dos mujeres de los dos puntos de vista son muy parecidas, pero al cambiar el punto de vista, se descubren mujeres diferentes.
(9) Es la conclusión de toda la primera parte: la mujer se conoce muchísimo mejor a ella misma de lo que parece, sobre todo por estas revistas, y mientras que nosotras ya hemos hecho el camino de autorreconocernos, estamos esperando que el resto del mundo, o sea, ellos, acaben reconociendo que las mujeres de las dos columnas están muy cerca.
Él está perdido y ella superespabilada.